EL
CYBERBUILLYING
Tomando como referencia los materiales
allegados por el docente y otros contenidos bibliográficos relacionados con el
tema, podemos encontrar al cyberbuillying como una nueva problemática social
que ha adquirido importante relevancia por parte de los padres de familia, las
autoridades, los directivos académicos y en general personas que son testigos
de este fenómeno dentro del contexto cotidiano de convivencia.
Como primera medida debemos entender las características
del Cyberbuillying bajo la premisa de que se desarrolla por excelencia en un
ambiente virtual, por medio del uso de las nuevas tecnologías como el internet,
los Smartphone e incluso los vídeo juegos online; básicamente consiste en
cualquier conducta que logre ejercer una presión psicológica, humillante, lesiva
para la moral o denigrante para su condición de persona, sin embargo estas
conductas se dan bajo una condición de iguales, es decir entre estudiantes o
personas de una edad o nivel similar, pues en caso de estar envueltos adultos o
tener un fin sexual derivaría en otro tipo de conductas con calificaciones y
consecuencias distintas a nivel social o legal.[1]
De los vídeos aportados a la plataforma puedo
resaltar que me llamo mucho la atención la forma tan ingeniosa e interesante en
que manejan un tema tan complejo y es bajo la analogía a una enfermedad
contagiosa, lo cierto es que el cyberbuillying es una conducta común y de fácil
ocurrencia en el contexto de las redes sociales, por lo cual se convierte en
una forma de relacionarse que puede llegar a ser considerada normal o pasar desapercibida
convirtiendo a los que fueron en algún punto víctimas de esta forma nociva de expresión
en futuros victimarios.
Hay que tener en cuenta el motivo por el cual
el cyberbuillying hoy en día se considera como un fenómeno especialmente
perjudicial, bajo el entendido que desde hace muchas décadas el buillying ha
hecho presencia en nuestros colegios, universidades e incluso grupos de amigos,
sin embargo lo que en un momento se pudo considerar como un juego de niños, una
etapa adolescente o una forma de expresión adolescente que se superaría, en
estos momentos bajo el contexto de las redes sociales y la internet prima en
algunas situaciones el anonimato, lo cual lleva a que muchos jóvenes o
adolescentes se desinhiban y den rienda suelta sus más oscuros instintos sin detenerse
a pensar en las consecuencias de expresar aquellas emociones reprimidas en
contra de alguna persona en partículas; de la misma manera los efectos de estas
conductas ya no se limitan a los intervinientes y afectados, sino que adquieren
una escala viral, publica y generalizada a la cual muchos otros pueden
adherirse formando un grupo masivo de demonios enceguecidos contra la dignidad
de una sola persona que no tiene el poder parta detener esta conducta o
defenderse de estas represalias.[2]
Gracias a lo anterior los efectos de este
tipo de agresión o maltrato psicológico visto dentro de la juventud moderna,
son devastadores e incluso irreparables puesto que no implican solo una afectación
a la honra y autoestima del afectado, sino que conlleva a una desconexión social,
al aislamiento y por ende a la determinación de tomar medidas extremas que
muchas veces deriva en el suicidio como resultado de episodios de depresión severa.
Lamentablemente muchos no somos conscientes
que hemos sido víctimas de este fenómeno y que incluso hemos sido victimarios,
ya que el contexto actual de la comunicación por medio de las redes sociales es
tan hostil, irresponsable y desmedido que no somos conscientes del verdadero
alcance de nuestras acciones en las vidas de los demás.
El cyberbuillying puede darse de muchas
formas y escalas, desde un simple comentario, un no me gusta en Facebook u opinión
imprudente hacia otros, hasta campañas de difamación y persecución de forma
reiterada y sistemática, con la ayuda de otros grupos de personas, todas
conductas constantes y comunes en las redes sociales.
El verdadero quo del asunto está en el motivo
por el cual este fenómeno ha logrado llegar a estas escalas y es en parte por
culpa de las víctimas de este tipo de acoso cibernético ya que el guardar
silencia solo empeora la situación que se afronta, además de permitir que el impacto
de estas conductas sea aun mayor dentro de nuestra esfera personal pues esto
lleva a un aislamiento de las demás personas, nos lleva a pensar que estamos
solos, que lo que están diciendo es verdad y que nadie sabe lo valioso que soy,
sin embargo si logramos abrirnos con seres de confianza para nosotros ya sean
nuestras familias, amigos o parejas podemos recibir un apoyo adicional que
equilibre las cargas que estamos afrontando ante múltiples ataques grupales, el
saber que no estamos solos y denunciar la situación es fundamental para
corregir y prevenir los efectos más crónicos de esta nueva enfermedad, bajo la
premisa de que el que comete cyberbuillying no es solamente victimario, sino
que posiblemente fue una víctima que ha quedado afectada de muchas formas y
necesita la misma ayuda que el resto de perjudicados dentro de este círculo
toxico que se desarrolló en el contexto de las redes sociales o equipos de comunicación.[3]
Teniendo en cuenta lo anterior podemos
evidenciar como el Cyberbuillying se ha convertido en una situación de interés social
debido a su impacto psicológico, moral y emocional para las víctimas del mismo,
las cuales cada vez son más pasando de la esfera inicialmente descrita entre
niños y estudiantes universitarios, parta aparecer dentro de la esfera de los
adultos y profesionales, los cuales también se están viendo afectados por este fenómeno
en sus trabajos y hogares por parte de sus pares[4];
lo relevante en este análisis está en entender el motivo por el cual este tema
alcanzo este nivel de importancia y se debe a la facilidad de ejercer estas
conductas y el daño irreparable que puede generar y todo deriva en una cultura
de uso responsable de las nuevas tecnologías y las redes sociales, el mantener
una conducta civilizada y respetuosa en estos contextos de la misma manera que
lo haríamos en persona, el no abusar del anonimato que brinda la internet y ser
consciente de la consecuencia de que una opinión o contenido pueda ser potencialmente
viral, son parámetros básicos pero esenciales para erradicar el cyberbuillying
no como medidas de represión de la conducta, sino como corrección de la
mentalidad que apoya en la esfera interna de cada persona esta actitud hacia
los demás.
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