El 'Phubbing',
la nueva forma de ignorar a los demas
Dentro de
este electiva se ha discutido y analizado muchas de las problemáticas, fenómenos
y perturbaciones sociales que se han derivado de un uso inadecuado de las
nuevas tecnologías, la Web 2.0 y las redes sociales, por lo cual dentro de esta
oportunidad hablaremos de otra modalidad de conducta informática nociva para
las personas denominada por los expertos
universitarios como el “phubbing” que viene de las raíces o palabras que
expresan el acto de manejar las aplicaciones o el uso de los Smartphone, combinada
con la acepción de snob o manía.
Uno de las
principales diferencias de esta tendencia de conducta con las demás expresiones
analizadas es que como tal no se trata de una modalidad de acoso intencional o
continuo hacia un sujeto específico, sino de un comportamiento de un solo
sujeto para con el resto de la comunidad en general.
Este término
acuñado por los expertos no es más que la descripción de la conducta compulsiva
de las personas frente el uso constante y desmedrado de sus celulares, Smartphone
o aplicativos en todo momento, lugar o circunstancias, independientemente de
las personas que los rodeen y del desarrollo cotidiano que los envuelva.
Lo anterior
tiene una consecuencia nociva directa que deriva en el desprendimiento de la
realidad y el aislamiento social frente a las demás personas, al ser únicamente
capaces de relacionarse por medio de estas tecnologías e incapacitándose cada
vez en el manejo e interacción física o real con sus semejantes.
Como tal es
una conducta o habito que pasa muchas veces por desapercibido pues el uso
popular y generalizado de las redes sociales, de los celulares inteligentes y
otros medios tecnológicos dentro de la vida cotidiana, del trabajo, el estudio
y en general en todas las actividades del día a día, lleva a que sea natural o
normal que una persona ocupe gran parte de su día dentro del de la internet o
en las redes sociales, por lo cual de manera invisible se va cruzando esa línea
dentro de lo moderado y útil hacia lo extremo y nocivo, incrementando la adicción
a estar en contacto con estos medios y cada vez más alejados del contacto físico
con la realidad que nos rodea.
Al ser una conducta
que en sus primeras etapas pasa por desapercibida es también normal que muchas
personas que al inicio se quejaron de sentirse desplazados por el uso
compulsivo de estos equipos, tecnologías o redes de comunicación, con el tiempo
cambien de equipo y se unan al club de zombis cibernéticos que derivan del uso
descontrolado de estas tecnologías.
Hoy en día
el mayor reto dentro de la informática ya no es el innovar y buscar nuevas
formas de interacción, sino el poder mantener el medio original de contacto, es
decir la comunicación cara a cara, dentro del mundo real, afrontando a la otra
persona, conviviendo con los demás; ya que el estar todo el tiempo sumergidos
en nuestros celulares implica como tal que se huya de la realidad que
afrontamos para reemplazarlo por un modo de vida impersonal en el cual no
asumimos nuestras falencias y debilidades sino que las disfrazamos a través del
anonimato y frialdad de la internet o redes sociales.
Esto implica
a su vez que las personas pierdan la esencia de su personalidad y se conviertan
únicamente en un estado en Facebook, o una foto en instagram; dejando de lado
la impresión física del contacto humano que es la que nos lleva a descubrir
nuevas sensaciones y aspiraciones personales.
El Phubbing
como tal puede clasificarse como una de las enfermedades de la nueva era pues
solo se puede presentar en aquellas personas que tienen un manejo y constante
contacto con las nuevas tecnologías y las redes sociales; llamo a esta conducta
como una enfermedad porque en si se encuadra dentro de las características de
los TOC trastornos obsesivos compulsivos, que denotan
una manía constante y dañina dentro de una acción determinada, en este caso l
estar todo el tiempo sumergido en el celular o dentro de las redes sociales de
moda.
Esto no
implica no solo un daño en la persona y un desprendimiento en su facultad de
socializar, interactuar o comunicarse de forma normal, sino que además afecta a
su entorno pues implica para los demás el ser ignorados, menospreciados e
irrespetados por el otro sujeto, al ser plantados de frente en una conversación
vacía, un saludo sin respuesta o una actitud distante de una persona que está
inmersa en un mundo personal y alejado de la realidad o tiempo en que se está
viviendo.
Teniendo en
cuenta todo lo anterior se puede concluir que esta conducta es una situación cotidiana,
constante, viral y en la cual podemos caer sin siquiera darnos cuenta pues sin
saberlo podemos ser parte de este grupo de personas que están más interesados
en sus celulares que mirar el rostro de la persona que nos está hablando, por
lo cual la única solución proviene de la decisión personal de cada quien de dar
un uso adecuado, moderado y suficiente a estas útiles herramientas y encargarnos
de vivir la vida que tenemos dentro del marco real de las relaciones humanas.
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